La iglesia de Ceadea tiene la advocación de San Saturnino obispo y mártir. Se trata de un pequeño templo de sillares de granito. Su trabajada espadaña con elementos barrocos destaca sobre la sobriedad del resto del edificio. La entrada de hermoso arco de medio punto resguardada por un pequeño pórtico sobre dos columnas.

La ermita de la Virgen del Rosario es un pequeño templo de una nave. Está hecha de piedra de la zona hoy enfoscada.

Destaca su elegante y esbelta espadaña y el pórtico de entrada, añadido seguramente con posterioridad, con dos curiosas columnas labradas.

En su tiempo, Ceadea fue un pueblo alfarero, con la existencia de hasta diez tejares que elaboraban tejas además de ladrillos y baldosas. Hoy aún quedan restos de algunos de ellos. Estos tejares son del tipo hormiguero de doble cámara.

La arcilla era de gran calidad y se recogía de El Barrero, que se encontraba a la entrada del pueblo.

El Hotel Rural El Tejar de Miro de la localidad, rinde homenaje en sus instalaciones a este viejo oficio. Cuenta con una exposición permanente que integra paneles explicativos y una muestra de cómo se trabajaba el barro en Ceadea. 

La arquitectura local tiene las características propias de su territorio, con construcciones eminentemente en piedra de granito de la zona en general de muros de mampostería con sillares trabajados en los dinteles de puertas y ventanas. Las viviendas también pueden contar con algunos elementos en ladrillo, resultado seguramente de la tradicional industria local de barro. Las cubiertas de pizarra o de teja sobre entramados de madera. En su mayoría son viviendas modestas de una sola planta.

También conserva la localidad algunas muestras singulares y de gran interés. Buena muestra de ello son sus tejares. Además se conservan en Ceadea varias fuentes como la Fuente Grande. También hay abrevaderos y lavaderos. El más curioso de estos últimos es el lavadero conocido como el de la Fontanina. Es una curiosísima muestra, con grandes sillares incrustados en el suelo formando un gran círculo con el agua en el centro y, un muro formando un semicírculo que protegía a las lavanderas del viento. Otros dos son el de los barreros y el de las ericas.

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La ruta BTT Camino de Santiago Portugués de la vía de la Plata pasa por las localidades fonfrianas de Fonfría, Fornillos de Aliste, Arcillera y Ceadea.

Esta ruta va desde la ciudad de Zamora hasta la frontera portuguesa. Se encuentra señalizado el tramo desde Muelas del Pan hasta San Martín del Pedroso.

Cuenta con centro BTT en la localidad de Trabanzos.

Para el ciclista que va camino de Santiago de Compostela, Fonfría ofrece la posibilidad de alojarse en el albergue de peregrinos.

Esta localidad se encuentra dentro del Parque Natural de Arribes del Duero.  

Se trata de un amplio territorio protegido que abarca casi cuarenta municipios del oeste de las provincias españolas de Zamora y Salamanca. La zona portuguesa constituye el Parque Natural del Duero Internacional, integrado por varias comarcas portuguesas de los distritos de Braganza y Guarda.

En el año 2015, la Unesco declaró Reserva de la Biosfera Transfronteriza la denominada Meseta Ibérica, compuesta por estos dos parques además del Parque Natural del Lago de Sanabria y Alrededores y de otros varios espacios de la Red Natura 2000 de ambos países.

También cuenta con la declaración de Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) desde el año 1990.  

Se trata de una zona en la que el río Duero transcurre encañonado en la penillanura, generando un paisaje de gigantescas pendientes y de una belleza espectacular. Este espacio supone además una gran frontera que separa bruscamente a los dos países.

Estas características convierten al territorio en un atractivo destino turístico en el que, a un entorno natural privilegiado, se le añade un interesantísimo patrimonio cultural, enriquecido por la cercanía de los dos países. Espectaculares miradores y formidables embalses; senderos que nos muestran chozos y chiviteros; robles entre rocas de granito; cortinas; historias y tradiciones; vides, olivos y naranjos cultivados en viejos bancales; y, sobre un teso, la querida ermita esperando paciente los alegres días de romería.

Más que recomendables son las rutas en barco desde donde contemplar este sensacional cañón. Y, para un conocimiento en profundidad del territorio, se puede visitar una de las dos Casas del Parque, una en Fermoselle (Zamora) y la otra en Sobradillo (Salamanca).