Cerca de Castro de Alcañices, a cuatro km, perteneciente al municipio zamorano de Fonfría, se encuentra el Salto del Castro, una imponente presa de agua que precipita al Duero en su última caída antes de convertirse en frontera natural entre España y Portugal. Para acceder a este salto y poder contemplar la maravillosa garganta en la que está enclavada esta obra, es necesario pedir permiso en la misma central pues este pantano tiene el acceso restringido.
El Poblado de Castro se convirtió en un verdadero pueblo donde habitaban los trabajadores de la presa con sus familiares durante el desarrollo de las obras. El 12 de diciembre de de 1952, la Central I de Castro, conocida como ‘El Salto de Castro’, fue puesta en marcha. Sin embargo, 37 años más tarde, en 1989, instalaron controles remoto y el poblado quedó abandonado a causa del traslado de los empleados y del puesto de la Guardia Civil que lo custodiaba. ’Salto de Castro’ aparece como un claro ejemplo de ‘pueblo fantasma’, al tratarse de uno de los pueblos abandonados más impresionantes y mejor conservados que hay actualmente en la provincia de Zamora.
Salto de Castro tiene un atractivo especial al estar situado dentro del Parque Natural de Los Arribes de Duero, con un valor medioambiental muy alto, considerado como de gran interés natural y paisajístico por sus vistas, pero también por la diversidad de especies vegetales, un lugar excepcional para hacer turismo. Supone una excelente opción para todas aquellas personas amantes de la naturaleza y del turismo rural. Desde ciertas zonas pueden llegar a divisarse incluso aves catalogadas en peligro de extinción como son la cigüeña negra, las águilas perdiceras o el buitre leonado. Además, está bastante cerca de la frontera, tan sólo se encuentra a unos 6 kilómetros de Portugal, lo que le añade atractivo.