La iglesia parroquial de Villaseco de los Gamitos, situada al norte del pueblo, está dedicada a San Vicente. Fue construida a finales del siglo XVI, aunque se modificó considerablemente en los siglos XVII y XVIII. Es de planta de cruz latina y está realizada en sillarejo. Su cubierta a dos aguas ha sido recientemente restaurada.

Iglesia de San VicenteAl exterior destaca su torre-espadaña, que se eleva en el lado oeste, muy por encima de la línea del templo. Esta gran estructura posee un ciclópeo cuerpo, con un óculo central, que disminuye su anchura al llegar al campanario. En este, dos vanos bajo arcos de medio punto arropan sendas campanas. Todo queda rematado por un frontón triangular decorado con bolas sobre prismas.

En el muro meridional se encuentra el atrio, donde dos columnas apoyadas en elevado zócalo, sostienen el tejadillo. Tras pasar la reja, en el interior del atrio, está la puerta de acceso con arco de medio punto. En el lateral, podemos observar cuatro ventanas y un estrechamiento de la planta a la altura del presbiterio. La cabecera es totalmente recta.

Al interior, presenta una sola nave, cuya cubierta de madera se sustenta gracias a un arco fajón. El presbiterio se abre con un arco triunfal, presenta cubierta de ladrillo y enfoscado de yeso y carece de retablos. En su pared solo vemos un Crucificado, acompañado por una figura de San Vicente y otra de la Virgen del Rosario, ambas bien restauradas y asentadas sobre peanas. Tras el altar, a la izquierda está la pila bautismal de piedra y a la derecha, el sagrario sobre un pilar de ladrillo, junto con varios objetos litúrgicos.

Pero las del presbiterio no son las únicas figuras que encontramos en la iglesia, ya que son varias las esculturas sobre peanas las que jalonan las paredes del edificio. Entre ellas destacamos varias Vírgenes, el Sagrado Corazón y un San Antonio. También hallamos repartidas por el recinto aquellas imágenes que salen en procesión, como la Piedad.

A ambos lados del crucero, hay dos pequeños retablos barrocos de madera, en cuyas hornacinas se van turnando las esculturas mencionadas. El retablo del lado norte presenta una predela con pequeños relieves de madera, sobre la que se sustentan dos estípites rematados por cabezas de angelitos. Sobre los estípites encontramos varias escenas esculpidas. La hornacina central está presidida por la imagen de San José y el Niño. El retablo del lado sur posee una predela decorada con pinturas, sobre la que se asientan dos columnas que sustentan un entablamento rematado con dos salientes curvos. A su lado, sobre una mesa, encontramos a la Virgen del Rosario, una imagen de vestir, cuyo atuendo cambia según el período del año litúrgico.  

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