También conocido como el Dolmen de la Casa del Moro, se encuentra en la finca de Muélledes, en el término municipal de Gejuelo del Barro. Fue descubierto en 1915 por el arqueólogo Don César Morán Bardón y está catalogado como el mejor dolmen conservado de la provincia de Salamanca.
Se trata de una tumba de largo corredor con cámara circular de aproximadamente 3,30 metros de diámetro y un corredor de más de 6 metros de longitud y 1 metro de anchura. Aún mantiene la disposición vertical de las piedras graníticas de la cámara sepulcral y la galería. Sobre ellas se colocaban otras horizontalmente para cerrar la cámara funeraria, de las cuales tan solo se conservan dos. Todo este conjunto se tapaba con tierra hasta formar un túmulo por el que se entraba a través de un pasaje de ingreso, orientado expresamente hacia el suroeste, con el fin de que los rayos solares penetraran en la cámara en los solsticios de verano e invierno.
En el interior de la cámara se depositaban los cadáveres con sus ajuares, cuyos escasos restos, recuperados en algunas excavaciones, denotan que este dolmen fue realizado a finales del Neolítico, en torno al tercer milenio a. C., pasando por diferentes fases culturales. En marzo de 1997 fue declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Zona Arqueológica.