El pueblo de Villanueva de la Sierra está situado en una zona relativamente llana, rodeada por verdes prados de pastizal y picos de gran significación orográfica, como el Aguallal, cumbre final de este extremo de la Sierra Segundera, desde el que se contemplan unas panorámicas excepcionales. La localidad se halla a una altitud de 1180 metros, por lo que no posee las condiciones climáticas regulares de la provincia zamorana. De hecho, tiene un clima propio de las zonas montañosas, con inviernos muy fríos, con fuertes ventiscas de agua y nieve; y con un verano muy corto, pero de agradables temperaturas.

Paisaje de Villanueva de La SierraLos alrededores de Villanueva de la Sierra esconden lugares mágicos, de una frescura y belleza que pocas veces se pueden ver. Varios arroyos, como el del Pontón, el de Carracedo y el de Cadavais, con sus puras y cristalinas aguas, son los encargados de modelar a su antojo la orografía de su paisaje y de aportarle también riqueza y belleza. Sin duda, un paraíso para senderistas y pescadores, con maravillosos paisajes de montaña, una rica fauna y gran variedad de plantas.

En cuanto a la flora del lugar, el roble es una de sus señas de identidad, aunque también cede espacios a otras especies, como el acebo, el abedul, la vegetación de ribera (alisos, chopos, fresnos...), los pinos de repoblación o los castaños, que han encontrado aquí un hábitat ideal desarrollando impresionantes ejemplares centenarios. También existen varias especies de matorrales, que sorprenden por su multitud de propiedades y aplicaciones, tanto medicinales como culinarias, ya que sirven para aromatizar aguardientes y para especiar guisos y embutidos; de setas y hongos, tanto comestibles como venenosos; o de líquenes y musgos, que visten de plateado y verde las ramas y cortezas de nuestros árboles y piedras.

Entre tanta vegetación no es extraño encontrar una fauna variadísima. De hecho, en los bosques del municipio aún podemos ver corzos, zorros, ardillas, erizos, nutrias, jabalíes, jinetas, gatos y cabras monteses. No obstante, tres son los señores de estas tierras: la trucha, reina de los ríos; el ciervo, príncipe de los bosques y el soberano de la montaña sanabresa: el lobo ibérico, temido y admirado a la vez. Pero no solo destacan los mamíferos, también son importantes las aves rapaces, que nos observan desde lo alto; y es que Villanueva de la Sierra está situada en la ZEPA del Lago de Sanabria y alrededores, enclave excepcional para los amantes de la ornitología.

Las altas montañas, los bosques de abedules, robles o tejos, el aire puro y esa sensación de libertad que emana de la naturaleza, convierten a Villanueva de la Sierra en el paraje adecuado para perderse y encontrarse con uno mismo.

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