Esta pequeña iglesia, construida en 1889, es de una sola nave y posee un atrio y una espadaña de un solo campanario, rematada por una veleta. Su interior es sencillo y guarda valiosas imágenes de los santos que se suelen sacar en procesión en las fiestas, entre los que se encuentra San Antonio de Padua. El altar presenta un arco-hornacina presidido por la imagen de El Salvador.