En el proceso contra los templarios, que llevó a la disolución de la Orden, se les acusó de cultos esotéricos y en los interrogatorios, siempre bajo tortura que era la forma obligatoria de interrogar, los caballeros confesaron que se les aparecieron mujeres "con las que cedieron en pecado". Las brujas iban muy ligadas en la tradición popular a los templarios. Así mismo en el recuerdo popular existía la tradición de que en los molinos templarios se reunían las brujas. En muchas zonas templarias quedan restos de los molinos de las brujas.