La parte más antigua de la villa, sobre la que se construyó la primitiva fortaleza templaria, es un promontorio situado a 807 metros, es decir, a un total de 12 metros sobre el resto del pueblo, sobre el que se configura el barrio Dentro la Villa y actual conjunto histórico. Fruto de la ocupación templaria se tiene el recinto amurallado, edificado siguiendo la planta de la fortaleza templaria de Cornatel, en el que se construyó la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción.
El «Recinto Murado de Alcañices» protegido como BIC (Bien de Interés Cultural) acoge inmuebles de interés singular como el antiguo Palacio de los Marqueses de Alcañices (hoy convertida en residencia de ancianos), la iglesia parroquial, además de diversos ejemplos de arquitectura popular alistana. De las defensas permanecen en pie cuatro de sus cubos, de los cuales el denominado «cubo del Reloj» es considerado un símbolo de la localidad. Durante la visita al pueblo nos encontraremos con varias cruces templarias en puntos de interés del municipio. Igualmente, del pasado templario permanecen una fuente y los restos de una ermita situadas en la Quinta de los Templarios, antigua finca de recreación templaria donde aún es visible gran parte de una bóveda realizada en piedra de granito. Paseando por el centro de Alcañices el viajero se encuentra con diversas casas tradicionales, algunas son del siglo XVI, edificadas en piedra berroqueña y adornadas con bonitos miradores.
Las antiguas escuelas de Alcañices en las cercanías del convento, también sorprenden a los visitantes, es un edificio de estilo modernista construido a principios del siglo XX, en el que llaman la atención sus dos puertas, una para niños y otra para niñas, y que hace no mucho albergó un taller de indumentaria tradicional. Ahora está destinado a guardería, gimnasio y en él tiene su sede la Asociación de Vecinos del pueblo. Muy cerca se puede ver la antigua cárcel, construida en el siglo XI y utilizada en la actualidad como Casa de Cultura.
Son de interés las fuentes urbanas y los lavaderos del pueblo. El Ayuntamiento realizó un folleto indicativo de estas para poder realizar un recorrido. En su conjunto conforman un importante patrimonio que gira en torno al agua. Cada uno de estos elementos tiene su historia y algunos de ellos constituyen curiosos ejemplos de reutilización de materiales. En la Ruta de las Fuentes, son muchas las existentes en la población, pero destacan, entre otras, la Fuente de Valorio, ubicada entre dos callejas y cercana a un arroyo. La Fuente Herrada, de 1889, tiene una espadaña y dos caños que vierten distintas aguas, una cristalina y la otra ferruginosa, sobre dos piletas. No muy lejos está la que llaman el Cañico de Arriba, donde en tiempos se lavaba la ropa. Muy interesante también es la Fuente de la Quinta, que dicen fue de los Templarios y está en una antigua casa de campo rodeada de una hermosa huerta. El Cañico de Abajo, por su parte, fue restaurada no hace mucho, tiene una doble pileta donde también se podía lavar la ropa. La Fuente de los Caños, cuenta con una espadaña de granito y se dice que su agua es ideal para cocer los garbanzos, y por último, la Fuente de los Burros..
Es de destacar la Ruta de los Molinos (Molino Blanco, Molino de Don Alonso, Molino del Quicote y Molino de la Raya), a lo largo a la rivera de Bozas.