Actualmente de la ermita solo existen las ruinas. Fue un centro de peregrinación de los pueblos del entorno a Villardeciervos. Se reunían en la ermita el día de la fiesta de la Encarnación los vecinos junto con sus alcaldes, y se determinaba allí mismo el día que tenían que volver a verse, para establecer de nuevo los límites de los pueblos entre sí. Era una costumbre que se hacía año tras año. A la llegada de la desamortización dictada por Mendizábal, la ermita de Nuestra Señora de la Encarnación, fue destruida, su imagen fue llevada para la iglesia parroquial de Villardeciervos, así como la lámpara que lucía día y noche en la ermita. La lámpara, hace años "desapareció" de la iglesia de Villardeciervos. Las piedras y maderas se llevaron a paredes de fincas y de casas (existe una leyenda que posiblemente la mitad es verdad sobre este hecho). En el mes de agosto desde hace unos doce años, se ha vuelto a la ermita, con una procesión y una romería para honrar a la virgen. Ahora también es visitada por los habitantes del pueblo y los numerosos turistas durante todo el año. Se hizo un pequeño altar de piedra, donde se celebra una misa en el mes de agosto. Para tal acontecimiento se sube con la virgen del Rosario, aunque allí ya hay una virgen de la Encarnación, que ha sido donada por un vecino del pueblo.