Pozo de Los HumosTras un exuberante camino donde afloran sensaciones de un mundo primigenio, entre los términos de Pereña y Masueco, se encuentra la cascada más espectacular y emblemática del Parque Natural Arribes del Duero, el Pozo de los Humos. Conocido así por el abundante vapor de agua que se produce al chocar la torrencial cascada contra las rocas y el agua en calma, es el salto que tiene que dar el río Uces para bajar al Duero, salvando una pared de granito de 50 metros de altura.

Unos pocos metros antes de este salto de agua, el Uces se bifurca, dando lugar al Pozo de las Vacas, llamado así, según la leyenda, porque cerca se despeñó un carro, tirado por dos vacas y cargado de trigo, cuando se dirigía en dirección a un molino cercano. En las cercanías existen restos de asentamientos prehistóricos y pinturas rupestres, aunque no se encuentran en buen estado de conservación.

El Pozo de los Humos presenta su momento de mayor esplendor después de épocas de lluvia y, al principio de la primavera, con el deshielo. Es entonces cuando la brusquedad del gran caudal que cae genera esa especie de humo que le da nombre. Se pueden escoger dos puntos para disfrutar del espectáculo: desde el mirador de Pereña, obteniendo una vista frontal de la cascada y una panorámica de toda la zona, y desde la vertiente de Masueco, accediendo por un camino que baja a un mirador situado por encima de la cascada.

Pozo AironUno de los rincones más queridos por los lugareños es el Pozo Airón, otra hermosa cascada, dispuesta por la naturaleza de forma escalonada y creada esta vez por el Arroyo del Cuerno. De difícil accesibilidad, se encuentra a escasos 3 kilómetros del casco urbano y destaca por su gran belleza, sublime, al igual que la del Pozo de los Humos. Es curioso destacar que su nombre deriva del dios Airón, divinidad indígena de las aguas profundas y las formas fluviales, que se unió al panteón romano, cuando estos romanizaron el territorio.

Tras la cortina de agua, se esconde una pequeña cueva natural, a la que se accede superando unas rocas y un pequeño camino, que da una nueva perspectiva y envuelve en un halo de misterio a este espectacular salto de agua. Aunque la proximidad, el tamaño y el gran volumen de agua del Pozo de los Humos le ha restado protagonismo a la cascada, el Pozo Airón no tiene nada que envidiar a su vecino en lo que a interés turístico se refiere, ya que ambos comparten en su entorno el incomparable paisaje de las Arribes del Duero. 

Asimismo, además del ya mencionado Mirador del Pozo de los Humos, existen en el término municipal dos miradores con vistas espectaculares sobre las Arribes:

  • El mirador del cerro de la Fuente Santa. Se trata de un cerro alto, al que hay que llegar andando, desde el que se obtiene una amplia vista del Duero. Para acceder a él, hay que seguir por el camino indicado que sale desde la carretera que se dirige hacia la Ermita de Nuestra Señora del Castillo. Según cuenta la leyenda, aquí fue donde se le apareció la Virgen a un pastor sediento. Le dijo que posicionara el bastón sobre una peña y al hacerlo comenzó a brotar agua, manantial que actualmente se conoce como la Fuente Santa.
  • El mirador de la Ermita de Nuestra Señora del Castillo. Se trata de un cerro sobre el que se sitúa la Ermita de Nuestra Señora del Castillo, en el que se ha habilitado una barrera de seguridad para observar el Duero.
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