Agallas posee un magnífico entorno natural, rodeado de sierras, como la de la Canchera. Estas conforman un territorio con profundas brechas y paisajes de transición, con grandes pendientes, amplias vegas y valles encajados. Accidentes que, con el discurrir de los ríos, se han marcado de forma notoria, dando lugar a fallas y riscos, como los de Martiago.
Pertenece al Espacio Natural de El Rebollar, donde abundan los grandes bosques de roble rebollo, de donde toma su nombre. Esta zona ha sufrido continuas reducciones por mano del hombre y del fuego; de ahí que de un tiempo a esta parte se realicen repoblaciones, sobre todo con Pinus pinaster.
De su exuberante vegetación destacan el roble melojo, la encina, el Pinus silvestris, los castaños milenarios y diversas especies de matorrales, como el brezo, el cantueso, el tomillo, el serbal, las madroñeras, las escobas o la jara.
La fauna en este municipio es muy rica y variada. Zorros, cabras montesas, nutrias, tejones, jabalíes, ciervos, conejos, liebres, águilas, perdices, alimoches y buitres habitan sus bosques y peñascos, cuando el clima, cálido en verano, pero duro y frío en invierno, se lo permite.
Todos ellos beben de los numerosos ríos que irrigan estas tierras, como el Burguillo, el de la Vega Caballo o el de la Vega la Reina, y los arroyos, del Espino, de la Orellana o de la Jurdana, que corren abundantes y rápidos y gracias a las lluvias de otoño y primavera.
Algunos de los parajes más destacados son la Fuente Lalín, el Collao, el Agunajo, los Pantanos, la Presa de la Tía Seberina, la Pesquera, los Pontones, la Majá de Tía Melchora, la Pascuala, la Vega el Caballo, la Cabeza Rasa, la Valdicoria, el Castañar, el Cazolino, la Mata Grande, los Rajones, el Plantío, los Milanos y la Huerta Lolino, entre otros.
A solo 7 kilómetros del pueblo se encuentra Vegas de Domingo Rey, perteneciente al Ayuntamiento de Agallas. Desde su situación, próxima a la falda del Pico de la Canchera, en plena Sierra de Gata, se pueden contemplar unas impresionantes vistas de la zona.