Cartel de la Fábrica de Harinas de El ManzanoEl molino de Sofía de la Bondad, más conocido como la fábrica de harinas, fue construido en el primer tercio del siglo XX por el Sr. Marcos. Este, cuando volvió de Argentina, compró tierras y montó para cada hijo un negocio con el dinero indiano que trajo. Uno de esos negocios fue esta fábrica de harinas, un moderno molino con motor de gasóleo ya desaparecido, donde venían a moler las gentes de los pueblos vecinos. Los labradores y lugareños traían en carros los frutos de su labranza, que se molían aquí, pagando con parte de lo extraído al molinero.

Fabrica de Harinas de El ManzanoEl molino se conserva en muy buen estado. Tiene dos plantas con varias puertas y ventanas; delante de una de ellas, podemos ver un altillo que facilitaba la carga y descarga de cereales y harina. En la planta baja estaban la panera, el almacén y la zona molinera; en la superior estaba la vivienda del dueño. Construido con mampostería de granito, mortero y enlucido exterior de cal morena, aún mantiene la maquinaria original completa, en muy buen estado y con todos los elementos necesarios para su uso. También se encuentran en su interior los utensilios que se utilizaban para la molienda y refinamiento de la harina y herramientas que se usaban para el transporte del grano y su manipulación (carro, ruedas, tolvas, mangas, poleas, chinarrera…). Es muy interesante la armadura de la techumbre con viguería y entablamento de madera de par y nudillo en muy buen estado.

Su nombre se debe, según las escrituras, a la mujer del Sr. Marcos, propietaria del molino. Fue heredado por su nieta Gloria, quien lo ha cedido al Ayuntamiento durante 25 años para restaurarlo y convertirlo en la Casa de la Palabra, un lugar de encuentro con la memoria histórica de El Manzano, donde poder mostrar, además de su antigua función, el material documental que a lo largo de los últimos años se ha recopilado de este pueblo, actualmente disperso.

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