Es un cántico de la Pasión que se realiza el Jueves Santo. Data de la Edad Media, atribuido a un romance de Lope de Vega.
La procesión es voceada, no tiene música. Los hombres se dividen en dos grupos y entonan a voces este poema, alternando dos versos cada grupo. El poema consta de mil octosílabos romanceados, en el que riman los pares y quedan sueltos los impares, agrupados en catorce romances, cuyos títulos nos van guiando por los tristes pasajes de la Pasión de Jesús. El Cristo es portado por el pujante al que se le ha adjudicado y después de vestirse en la sacristía, el nazareno toma la cruz y seguido del cura, sale de la iglesia. Justo en el momento en el que cruza el pórtico, de la fila de hombres, una voz comienza las notas del “Hincado”. El cortejo se pone en marcha, formándose en la delantera de la procesión los dos grupos de hombres que alternaban el canto, de dos versos en dos versos; tras ellos, sale la Virgen de los Dolores, en andas, que antiguamente la sacaban los quintos y ahora la sacan las mujeres.
Todo ello en medio de un profundo recogimiento durante todo el recorrido, que en la actualidad, permite cantar cinco o seis romances, cuando en otros tiempos se completaban los catorce y se repetían los primeros. El nombre del Hincado le viene a esta procesión porque comienzan a recitar la Pasión en el segundo Romance, que dice: “Hincado está de rodillas….”