Lugar mágico que no debería atravesarse sin cumplir el rito de realizar un Padrenuestro y lanzar una piedra sobre el resto, para conseguir salvar un alma del Purgatorio.
Cuentan que un señor pasó por la peña montado en un caballo con un palo en la mano y sin tocar a ninguna parte con el mismo se le rompió a la mitad.
Otro señor, pasó montado en un burro con sacos de harina y al pasar por la peña se le cayeron los sacos, pesaban tanto que no podía volver a subirlos al burro, suplicó que si un alma le ayudase a subir los sacos quedaría siempre agradecido, de repente escuchó una voz que le decía: coge el saco por ese extremo que yo te ayudo, y así subió los sacos al burro con la ayuda de las ánimas.
Fuente: Benito Sánchez Piorno. Alcalde de Carbellino de Sayago