Las fiestas patronales se celebran el día 21 de diciembre, en honor a Santo Tomás. No obstante, estas se llevan a cabo el tercer fin de semana de agosto, con el objetivo de concentrar a un mayor número de gentes, que vuelven al municipio de sus padres y abuelos, durante la época estival, para celebrar en familia y como antaño las costumbres de la localidad. En estas jornadas, se realizan verbenas nocturnas, degustaciones gastronómicas, actividades deportivas, juegos tradicionales, y por supuesto, las consabidas misas y procesiones dedicadas al Santo.
No obstante, la festividad más emblemática de la zona es la romería de la Virgen de la Tuiza, que se celebra el último fin de semana de septiembre y que surgió en tiempos remotos, cuando toda la población sanabresa se dedicaba a la ganadería. Aunque el 5 de agosto sea el día dedicado a esta Virgen, patrona de la Alta Sanabria, es en septiembre cuando numerosos vecinos de los pueblos aledaños y de Portugal se acercan al municipio para participar en esta grandiosa fiesta. La Tuiza, también denominada Nuestra Señora de las Nieves, era enormemente venerada por los segadores gallegos que ofrecían sus hoces a su regreso de la campaña de siega en las vastas tierras castellanas. También se encomendaban a ella los peregrinos del Camino de Santiago.
Al coincidir con el final de las labores de labranza y la recogida de hierba y centeno para alimentar a las vacas durante el invierno, los habitantes de la comarca aprovechaban y acudían a la romería para vender aquellos animales que no pudieran mantener. Pero, en la actualidad, se ha transformado en una celebración cargada de eventos: actos religiosos, feria de artesanía, feria de ganado, verbenas, gaitas, pulpo, empanada, ternera asada, vino... Las gaitas y la gastronomía sanabresa ponen el ambiente de jarana a la festividad religiosa de la patrona, que desfila en procesión por el entorno del santuario, tras la Misa Mayor