La belleza del paisaje y la gran variedad de especies que forman su flora y su fauna hacen de este municipio un lugar excepcional para practicar el senderismo. En la actualidad existen varias rutas señaladas que transitan por los viejos caminos y ofrecen distintas dificultades para practicarlo:

Ruta de La Raya.

Antiguos caminos carreteros de acceso a fincas y pistas de tierra de reciente construcción. Permite su recorrido a pie, en bicicleta, a caballo, quad y 4x4.

Características:

• Distancia: 187 km.
• Dificultad: baja.
• Desnivel: 280 m.
• Tipo de ruta: circular.
• Atractivos: sotos de castaños centenarios, vistas panorámicas del valle de Hermisende, de los pueblos de Hermisende y San Ciprián, de las sierras de la Gamoneda, Marabón y Escusaña, del valle del río Pequeño, de la unión del río Pequeño con el río Tuela y de los pueblos portugueses cercanos a la frontera. Castros de Lombo de San Juan y Escagalla, marras de la división política entre Portugal y España y restos de las casetas (puestos de vigilancia) de los carabineros.

Ruta de los Prados y Castaños de Hermisende.

Camino tradicional de acceso a tierras de labor, prados y sotos de castaños, cotos del pueblo y bosques de ribera. A pesar de estar situada en una zona montañosa, es una ruta sencilla de realizar y nos proporciona paisajes sencillamente impresionantes. Permite su recorrido a pie, en bicicleta y a caballo.

Características:

• Distancia: 8 km.
• Dificultad: baja.
• Desnivel: 100 m.
• Duración: 2h.
• Tipo de ruta: circular.
• Atractivos: Valle del río Pequeño (afluente del Tuela), bosques y pastizales de ribera, sotos de castaños centenarios, fauna (no resulta extraño encontrarse con corzos y huellas de otros animales). Castro de Lombo de San Juan, chozas de pastor y restos de refugios destinados al resguardo del ganado.

Iniciamos nuestra ruta partiendo del Ayuntamiento por la carretera que lleva a La Tejera. Como quinientos metros después de pasar el Centro de Clasificación de Castañas, abandonamos el asfalto por el camino de tierra a la derecha, donde empieza la señalización. Enseguida nos encontramos con los primeros castaños que, pese a su tamaño considerable, son sólo un anuncio de lo que está por llegar. Tras un suave descenso llegamos a las orillas del río Pequeño. Casi escondida, al lado del puentecillo, se encuentra una bonita poza en la que podéis ver como el agua se destila entre el musgo de las piedras. Unos metros más allá, se inicia otra ruta de senderismo: el camino de la Raya que se adentra en Portugal. Nosotros hemos de seguir la senda de la derecha hasta que volvamos a encontrarnos con el río. 
Tras pasar el segundo puente, elegimos de nuevo la derecha para coronar la loma. En su punto más alto podéis deleitaros con el paisaje de praderías de la cuenca del Tuela. Bajamos hacia ellas por un camino de roca viva donde la erosión y el paso repetido de los carros han dejado marcadas las llamadas rodeiras, cicatrices de un tiempo pasado. Y así, según nos acercamos al pueblo, surgen de nuevo los castaños, ahora ya en pleno esplendor. Como todo ser vivo cada uno es diferente: uno semeja el perfil de un ciervo, otro alberga una cueva, otros han sido atacados por el fuego, pero sobrevivieron con hijos sanos y fuertes… Cuando visitamos obras de los hombres con esta antigüedad es fácil maravillarse; ante estos árboles el respeto es idéntico. Entramos en Hermisende cerca del Puente y la zona recreativa del río Tuela. La hermosa torre de su iglesia nos guiará hasta el final del camino.

Para más información, consultar la página: http://www.mtbsanabria.com/lg-es/index.html.