Situada en el Barrio Alto, la Iglesia de Santo Tomás posee un gran valor arquitectónico y es una de las construcciones más importantes del pueblo. Fue construida en la Edad Media, aunque fue modificada a finales del siglo XVIII, por lo que la estructura que vemos en la actualidad es barroca. Está asentada en un solar empinado, lo que obligó a que fuera edificada con grandes muros de contención.
Construida con sillares de granito, presenta un templo de planta basilical, con una sola nave, capilla mayor y sacristía, que constituyen un solo volumen, pero con cubiertas a distintas alturas. A la vista destacan su presbiterio cuadrado, levemente más alto que la nave, y su espadaña-campanario, con dos cuerpos. El primero contiene dos vanos que cobijan sendas campanas; el segundo, posee remate en piñón, con un óculo en el centro, cruz en el vértice y pirámides coronadas por gruesas bolas en sus esquinas. La puerta queda al resguardo de un angosto portal que sujeta su techumbre con una sólida y bien torneada columna.
Los angostos espacios que fueron del atrio se aprovecharon como cementerio, apretándose las tumbas unas contra otras. En él, hallamos antiguas losas de granito, habitualmente sin inscripciones, que aún cubren enterramientos de hace bastantes décadas.