La gastronomía de Castroverde está ligada a la tradicional producción cerealista, elaborándose en toda la zona deliciosos panes de candeal. Asimismo, incluye alimentos procedentes de las huertas y cultivos de la zona, como las legumbres, de entre las que destaca la lenteja pardina, y de su ganadería, con deliciosas carnes: de ternera, pollo de corral, lechazo, cabrito, conejo, perdiz o pichón.
Entre los platos habituales, destacan el cocido, contundente y completo, la sabrosa y humilde sopa de ajo, el pichón estofado, las patatas a la importancia, el bacalao al ajo arriero o el escabeche. Asimismo, son imprescindibles el cremoso queso de leche de oveja y los sabrosos embutidos, extraídos de las matanzas tradicionales que aún se siguen celebrando.
El punto de dulzor lo ponen sus exquisitos dulces tradicionales: bollos maimones, bollos de hoja, bollos coscarones, pastas, magdalenas y roscas de anís. Además, las festividades se celebran con dulces especiales, como rosquillas de Semana Santa, bollas de San Antón, Roquillas de San Blas y leche frita.
A todo esto, hay que añadirle los excelentes vinos de la zona. Y es que, aunque es una práctica poco habitual, algunos de los vecinos siguen elaborando sus vinos de forma artesanal. Sin duda, se trata de una producción muy limitada, donde prima la calidad frente a la cantidad, obteniéndose vinos de aromas profundos pero suaves, ideales para acompañar cualquier plato.