Gastronómicamente este territorio es conocido, sobre todo, por la calidad de su carne; de hecho, la mayor parte de los turistas que lo visitan llegan atraídos precisamente por los renombrados asados de carne alistana (habitualmente carne de ternera con denominación de origen), y las carnes procedentes de la tradicional matanza del cerdo: los chorizos caseros, las morcillas dulces, los chicharrones, la chanfaina…. Estos manjares podemos adquirirlos en las carnicerías de Alcañices o degustarlos en sus restaurantes, aunque el alimento más representativo de la villa es, curiosamente, un dulce: los famosos borrachos de Alcañices (pan remojado con un almíbar aromatizado con licor y canela). En el terreno de los cereales se puede decir que se elabora pan tradicional, con el que se prepara el tradicional hornazo.
Los vinos de la comarca son tintos de baja calidad, con uvas que proporcionan tintes ligeramente ácidos. Son de producción artesanal, no es de extrañar que se conserven poco tiempo debido a los pocos aditivos que añaden los cosecheros.