El pueblo muestra un plano concentrado, pues la mayoría de sus viviendas se agrupan en torno al casco urbano. Sus calles, estrechas y tortuosas, mantienen la fuerza del ayer, entremezclada con la contemporaneidad de modernas construcciones que imprimen un carácter vivo al pueblo.
Los avances, tanto técnicos como sociales, han repercutido en las construcciones tradicionales, conservándose muy pocas estructuras puramente castellanas. Estas se caracterizan por el uso de la piedra para la cimentación, el adobe y el enfoscado de barro, como elementos principales para las paredes. Posteriormente, se utilizó la mezcla del ladrillo con el adobe para las paredes exteriores, realizando muros más consistentes. La parte del muro exterior se realizaba en ladrillo, mientras que la parte interior se hacía en adobe revestido de yeso. Para la cubierta, se utilizaban vigas de madera, unidas por otras más pequeñas llamadas quinzales, cerrando el tejado con la típica teja castellana de barro cocido.
La mayoría de las viviendas suelen ser de una o dos plantas, aunque las más modernas pueden llegar a tener hasta tres, destinando la última al sobrao. El acceso desde la calle se realiza por medio de porches abiertos, con bancos corridos o poyos a uno o ambos lados de la puerta. Este da acceso a un recibidor desde el que se pasa a los dormitorios, a la cocina, a la despensa, a la escalera para subir al sobrao y al corral. En algunos de los edificios, encontramos llamadores de puertas muy bonitos y balcones con recias rejerías.
Destacan varios edificios del municipio, por su importancia en tiempos pasados: molinos, fraguas, fuentes, puentes, cuadras, corrales, pajares, presas, palomares, etc. Todos ellos los podemos encontrar en Morales del Rey, en mayor o menor medida, pero siempre realizados con los materiales típicos de la zona.
- Presas. Teniendo presente la vocación agrícola que ha acompañado siempre a la población, fue necesaria la construcción de diversas infraestructuras hidráulicas que abastecieran los campos de cultivo. En la actualidad, se conservan tres de ellas: la Presa de los Linos, La Garafa y la Presa del Molino de Abajo. La primera fue construida por la población local y derivaba el agua a un canal principal, que recorría toda la vega del pueblo y terminaba en el río Eria. La Garafa se construyó a finales de los años 70, sustituyendo el azud original que llevaba agua a un molino ubicado en el centro del pueblo. Ahora sirve para retener el agua durante los meses de julio y agosto y así garantizar el riego en verano. La Presa del Molino de Abajo servía para derivar agua a otro molino, conocido como Molino de Abajo.
- Puente colgante. Esta construcción se encuentra en las proximidades de Morales del Rey, sobre el río Eria. Su ubicación, en un bellísimo entorno fluvial, junto con su capacidad para el paso de peatones y bicicletas, lo convierten en un escenario privilegiado para la realización de rutas, siendo uno de los puntos de interés a visitar.
- Palomares. Estas construcciones tan típicas de Tierra de Campos y Tierra del Pan se pueden encontrar diseminadas también por las cercanías de Morales del Rey, en eras y campos, dando una peculiar estampa a su paisaje. Son cerradas al exterior, robustas y adaptadas al clima. El del pueblo, de planta cuadrada, realizado en adobe y tapial y con doble tejadillo a un agua, es uno de los puntos de interés del municipio, formando parte de algunas de las rutas temáticas trazadas por el Ayuntamiento.
- Fragua. Edificio municipal al que acudían los vecinos para arreglar herramientas o herrar el ganado. Fue abandonado hace más de dos décadas, pero continúa siendo testimonio vivo de uno de los oficios históricos más importantes, el de herrero. Hace poco, el Ayuntamiento ha llevado a cabo la rehabilitación de esta antigua construcción para reconvertirla en un espacio didáctico con el objetivo de que las futuras generaciones conozcan la forma de trabajar, la maquinaría y los útiles empleados en este oficio. La cubierta ha tenido que ser sustituida íntegramente, pero ha sido posible sacar a la luz el paramento de tapial y piedra que componían los muros originales de la fragua. En la actualidad, gracias a la Asociación Cultural Ars Eria, se utiliza como espacio museístico, con un amplio programa de actividades, entre las que se encuentran gran cantidad de exposiciones y diferentes talleres, entre otras.
- Molinos. En el pueblo aún hay restos de dos molinos harineros: el de Arriba y el de Abajo. Ambos utilizaban la energía del agua del río Eria para moler el duro cereal y obtener la harina, base de tortas, hogazas, roscas, etc. Uno de ellos tiene el interior ya destruido, aunque se ha conseguido rescatar la piedra de moler. El otro, a pesar de no estar en uso, presenta un buen estado de conservación y se encuentra ubicado en el entorno del casco urbano. Posee dos alturas y es de grandes dimensiones. Las fachadas son de mampostería en su base y el resto de tapial, recubierto con arena y cal, y la cubierta, a dos aguas, de teja árabe. Cuenta al menos con cinco rodeznos y las bóvedas del cárcavo son de mampostería de piedra con argamasa. En la actualidad, es uno de los principales puntos de interés cultural de la localidad, formando parte de alguna de las rutas diseñadas y señalizadas por el Ayuntamiento, así como de rutas temáticas trazadas por la comarca.