Era común en todos los pueblos de la zona disponer de un corral municipal y comunitario para llevar a cabo diferentes usos ganaderos, sociales y comerciales. Este órgano medieval donde se trataban los asuntos del pueblo, mantuvo sus funciones en El Manzano hasta casi finales del siglo XX. Este núcleo de la vida del municipio está ubicado en el centro de la localidad y aún mantiene parte de su estructura y un elemento común de este tipo de arquitectura popular, el potro donde se herraba al ganado. Su administración y funcionamiento tenían unas normas y el guarda era el encargado de hacerlas cumplir.
El corral se distribuía en dos cuartos, con un guarda en cada uno, el llamado cuarto propio o de arriba y el cuarto de abajo. El trabajo de los guardas consistía en proteger los pastos que servirían de alimento para el ganado en primavera. Si por alguna razón algún animal extraviado entraba en los campos ajenos sin permiso, el guarda tenía orden de requisarlo y llevarlo al corral, donde debía permanecer hasta que su propietario pagara la multa estipulada.
Aquí, también se reunía al ganado para pesarlo y llevarlo a la venta; se curaba de sus heridas y se herraba a las vacas en el potro, evitando cornadas y coces; se reunía al ganado para ponerle los cencerros; se hacían tratos comerciales, juntas vecinales y fiestas y, en ocasiones, se celebraban algunos festejos taurinos. Todo lo que tuviera que ver con la comunidad se hacía o deshacía aquí, entre estas cuatro paredes de piedra.
Su estructura variaba en función de las necesidades del municipio, aunque la mayoría presentaban elementos comunes. Constaba de varios corrales, una cerca y el ya mencionado potro, donde se acudía a poner las herraduras a los caballos y a las vacas, para que no se resbalasen a la hora de cosechar.
El corral de El Manzano fue perdiendo peso y protagonismo con el paso del tiempo, pero su sentido comunitario se quedó impregnado en sus piedras y en sus gentes. De ahí que se haya llevado a cabo su recuperación, realizada por la Agrupación Europea de Cooperación Territorial Duero-Douro, gracias a la financiación del proyecto Frontera Natural.