Uno de los restos más importantes de época romana, encontrados en la Dehesa de Valdemimbre, es un sarcófago romano, colocado en la Tronera, en el que podemos apreciar el fino trabajo de talla y la calidad técnica alcanzada. Es un sarcófago de piedra, con sección trapezoidal, monolítico, escuadrado al interior y con zona de apoyo para la cabeza. No se ha conseguido fechar ni determinar su origen.

Realizado en granito dorado de Sayago, piedra blanda de fácil labra que no existe en el término, fue extraído en 1978 de una necrópolis desconocida, entero y con su correspondiente tapa. Esta con la superficie superior en forma de tejado a dos aguas, es ligeramente mayor que la caja, para verter las aguas al suelo, lo que le da una calidad admirable de proporciones y formas.

En cuanto a su labra, la piedra elegida permite este tipo de vaciados, ya que la arenisca de la localidad y su entorno es muy frágil para estos trabajos. Si observamos con detenimiento la pieza, en el exterior se puede percibir los golpes de pica, menudos, sobre todo en los pies, todos en una dirección, lo que nos hace pensar que las herramientas eran finas y de talla, más delicadas que las empleadas para su extracción. En el interior, el acabado está mucho más perfilado, no se descubren golpes bruscos de herramientas. No tiene decoración ni inscripción de ningún tipo, pero su tamaño, material y monolitismo, teniendo en cuenta su uso, imponen respeto y admiración. Se tiene conocimiento de la existencia de más sarcófagos, al menos otros 4, que no han sido desenterrados para su mejor conservación.  

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