Gracias a su recóndita localización, Castromil ha sabido conservar unos rasgos etnográficos muy peculiares. Uno de ellos es su habla, con unas peculiaridades propias, que distan mucho de las otras variedades dialectales que se engloban en la rama lingüística galaico-portuguesa.
La variedad lingüística a la que pertenece el habla de Castromil, se enmarcaría según la teoría dialectológica de la lengua gallega, elaborada por Francisco Fernández Rei, catedrático de la Universidad de Santiago de Compostela, en el Bloque Oriental, comprendiendo toda la parte oriental de Galicia e incluyendo comarcas que administrativamente se encuentran en Asturias, León y Zamora. Concretamente, Castromil estaría incluida en una de las dos subáreas lingüísticas en las que se divide el Área Zamorana, Subárea de Porto y Subárea de A Mezquita-Lubián. Castromil, en este caso, al estar dentro del radio de influencia de A Mezquita, comparte las peculiaridades con este Ayuntamiento y se enmarca en su micro-subárea, diferenciándose de la micro-subárea de Lubián-Hermisende, como, por ejemplo, en el uso del yeísmo, en las vocales temáticas de algunos verbos o en las terminaciones de algunas formas del plural del Pretérito Perfecto.
A pesar de estas diferencias, Castromil forma parte de un habla única que ha sufrido los diferentes embistes del paso del tiempo y de todo lo que ello conlleva. Y aunque el idioma galego-português se haya visto separado por la influencia del castellano, a raíz de la independencia de Portugal del Reino de Galicia, en el pueblo aún se comparten muchos rasgos con la actual lengua portuguesa, como el uso de vocabulario común o los característicos plurales, separados levemente por la peculiar nasalidad portuguesa.
Esta similitud entre las variedades dialectales, ha provocado que las relaciones transfronterizas hayan sido constantes y que en muchos casos, se haya perdido la idea de frontera, propiciando un hermanamiento total entre las diferentes comunidades.