La iglesia se encuentra en el centro de Boada, está realizada en piedra y posee un buen estado de conservación. Fue construida en el siglo XVII y presenta una única nave y cabecera lisa, separadas por arco triunfal. Destaca el hastial oeste, decorado con una pequeña ventana en cruz y rematado por una espadaña de dos cuerpos: el primero con dos arcos semicirculares que albergan las campanas y el superior con un arco-campanario y lados curvos que sostienen un ático con frontón. En el muro norte hay una placa en la que el pueblo recuerda al párroco, Don Joaquín Herrero Corral. Y en el sur, bajo un pórtico adintelado de cubierta a un agua, está la puerta de acceso, con arco de medio punto, grandes jambas y moldura a lo romano.

El interior es sobrio, sin excesivos elementos decorativos y con los materiales a la vista. Al norte, sobre peanas vemos las imágenes de dos santos; en un vano, un cuadro de la Virgen con el Niño; y en el suelo, la pila bautismal. En la cabecera, encontramos una especie de retablo pétreo embutido en el muro, con una hornacina flanqueada por pilastras de decoración vegetal. Esta estructura sostiene un entablamento, rematado con jarrones y un piñón decorado con un escudo. La predela contiene el sagrario, rodeado por varios relieves. Preside el retablo la imagen de la Virgen de la Asunción, acompañada por un Cristo de buena anatomía, obra de finales del Renacimiento. Al lado del retablo podemos contemplar varios elementos litúrgicos, un confesionario e imágenes procesionales.