El paseo se inicia a poco de entrar en el pueblo, llegando desde Pías. Hormigonado al principio, enseguida asoma el antiguo camino de piedras por donde los carros cargados bajaban de la sierra llenando el valle con el canto de sus ejes y, de paso, marcando en la roca sus huellas para la posteridad. Este camino asciende continuamente, dejando a la izquierda el magnífico y bello valle glaciar en el que se sitúa Barjacoba. Sus paneles informativos, algunos de ellos ya deteriorados por las inclemencias del duro clima sanabrés, ilustran al visitante sobre la vida en el valle, la flora y fauna y algunas curiosidades.

Tras 1,5 km. se llega al Curro dos Lobos, solitario y en medio de una encrucijada de caminos, aunque poco antes de alcanzarlo se puede divisar el embalse de Pías y las redondeadas formas de la montaña gallega. Las vistas, sin duda, son espectaculares. Una flecha indica que el camino continúa hacia el noreste, entre monte bajo primero y, después, robles y pastizal. Aquí es necesario ir un poco atento, porque el camino abierto de antes se torna en estrecha senda en lugares puntuales. Transcurridos aproximadamente 750 metros se empieza a descender hacia el pueblo. Tras encontrar una cruz, se entra en este, llegando al punto de partida.

Características:

  • Distancia: 3,38 Km. aprox.
  • Dificultad: Baja.
  • Desnivel: 170 m. aprox.
  • Ruta: Camino tradicional.
  • Duración estimada: 1 hora aprox.
  • Época recomendada: Todo el año.
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