Además del Dolmen del Tesoro, Morales del Rey cuenta también con restos arqueológicos de época antigua, hallados en varios puntos del municipio. En el primero, que se encuentra al final del camino de Santa Eugenia, frente al Molino de Abajo, aparecieron diversos utensilios, como monedas, tégulas, piedras con inscripciones y cerámicas. Allí, aún es posible advertir a simple vista restos de mosaicos, de terracota y de paredes de algunas viviendas de lo que pudo ser una villa romana.
En otro de los puntos, próximo al mencionado Dolmen del Tesoro, se encontró un pequeño tesoro de monedas de bronce, que sirvió para dar nombre al monumento megalítico. Ambos yacimientos, unidos al cercano campamento de Petavonium, parecen indicar que existió un asentamiento importante a orillas del río Eria. De hecho, en 1998, tras unas excavaciones en el montículo de La Corona, aparecieron restos de una posible villa, que, en la actualidad, no se conserva, ya que estaba proyectado que, por ese mismo punto, pasara la autovía de Galicia. A pesar de las protestas de los habitantes de la comarca para que se respetase el hallazgo y de haber sido uno de los yacimientos más notables de la zona, el proyecto siguió adelante.
Una de las hipótesis que contribuyen a reforzar la posible existencia de una villa de gran importancia en Morales del Rey, es la de la ubicación de la población de Brigaecium, la capital de una tribu astur que poblaba el norte de Zamora. Según los especialistas, dicha ciudad se encontraba cerca de tres campamentos romanos, en las inmediaciones de la desembocadura del Eria en el Órbigo. Hace poco se encontró un miliario junto al puente del Priorato que señala un nuevo trazado de la Vía de la Plata distinto al ya conocido y, según este, la ciudad de Brigecio podría situarse en las cercanías de Morales del Rey. Es más, en caso de que todas estas hipótesis fueran ciertas, la villa encontrada en el montículo de la Corona, altura fácil de defender situada en la misma desembocadura del Eria en el Órbigo, donde han aparecido abundantes fragmentos de cerámica de la Primera Edad de Hierro y también algunos celtibéricos, podría tratarse no de una villa romana, sino de la misma Brigecio.
Tal vez algún día se puedan esclarecer estas incógnitas a medida que vaya estudiándose más y más la zona. Desde luego no es creíble que una vega tan fértil como la de Morales del Rey, pasara inadvertida para los primeros pobladores de la Península.