Desde tiempos pasados, el vino ha estado profundamente ligado a la localidad y es que las características del terreno circundante siempre han sido propicias para el cultivo de frutos de gran calidad con los que se han elaborado caldos excepcionales, convirtiendo el municipio en un lugar famoso por ello, tanto es así que este ha llegado a ser conocido como Sanzoles del Vino.
Actualmente, el pueblo sigue conservando varios barrios con bodegas tradicionales, lagares y diversas construcciones que demuestran la riqueza y la tradición vinícola del lugar. Las bodegas se ubican a las afueras del pueblo, excavadas en laderas orientadas preferentemente al norte, evitando el sol y el calor. Al exterior, destacan sus fachadas, realizadas en piedra de sillería, simétricas y con un umbral, marcado por un peldaño que, elevado sobre el terreno exterior, impide la entrada del agua de lluvia. Por dentro, se baja a través de una escalera excavada en la roca, que lleva al cuerpo principal de la bodega, donde se ubican los recipientes para la elaboración del vino, así como las cubas de almacenamiento.
El cuerpo de la bodega debe ser lo suficientemente grande para alojar todos los recipientes, así como para la manipulación, llenado, vaciado y limpieza de los mismos. También para la pisa, sea picada en la propia roca, de fábrica de ladrillo o recipientes para su estrujado y extracción. Existen bodegas con espacio casi exclusivo para las garrafas de vidrio, grandes bodegas con zona de cubas y lagar o conjuntos de bodegas que crecieron y se unieron. Es muy común que las bodegas sean el fruto de abundantes ampliaciones. No obstante, la forma inicial es de planta rectangular básica, abovedada, a la que se le añaden ampliaciones al frente, nichos a ambos lados o incluso bajo la propia escalera, y por supuesto hacia abajo dándole mayor altura para alojar cubas de mayor dimensión.
Está tradición sigue formando parte de la localidad, existiendo tanto pequeñas bodegas para los que buscan de forma modesta y familiar, vino de gran calidad, como grandes productores que, bajo la Denominación de Origen de Toro, han hecho de la enología un gran negocio, centrándose en la elaboración de productos de gran calidad, sin olvidar sus humildes orígenes. Algunos de estos productores a gran escala son las famosas Bodegas Finca Volvoreta o las Bodegas Viña Zangarrón.