Terraduero


Agallas conserva gran parte de su fisionomía tradicional, aunque son pocas ya las casas antiguas que quedan en pie. Su arquitectura es sencilla, de un solo piso, propia de economías agrícolas y ganaderas, y compuesta por edificios construidos con lajas de piedra de pequeñas dimensiones, teja árabe y muros de mampostería, reforzados con sillares bien escuadrados en las esquinas y en los vanos.

Existen varias construcciones, en perfecto estado de conservación, que forman parte de la arquitectura funcional de alto valor patrimonial del municipio. Algunas mantienen sus formas originales, otras han sido restauradas para que no se pierdan con el paso de los años. Las más importantes son: El Pozo Nuevo

El Pozo Nuevo. Su ancestralidad y peculiaridad hacen de él algo único en la comarca. Surtió de agua potable a todo el pueblo hasta los años 70, en los que se instaló el agua en las casas. Su construcción es totalmente original, aunque el funcionamiento ya no es manual, a través de la manivela y los arcabuces, sino por motor eléctrico Se encuentra a la entrada del pueblo.

Fuente El Rey- Fuente de El Rey y Fuente Endina. Por su estructura abovedada, realizada en piedra y ladrillo, son representativas en el estilo de corte árabe. Estas dos fuentes se encuentran en pleno casco urbano.
Otras fuentes de este mismo estilo son las conocidas como la Fuente del Vallejon, la Fuentita, la Fuente los Pontones y la Fuente de la Hontana. A finales del 2016, el Ayuntamiento de Agallas acometió obras de recuperación de estas antiguas fuentes que se encontraban en mal estado: la Fuente el Cazolino, sepultada por los arrastres del río Burguillo, y otras, medio derruidas por la mano del hombre.Bebedero de La Valdicoria

- Bebederos de La Valdicoria y el Collado. Sirvieron durante muchos años para dar de beber al ganado.

Represa y Canal de Riego. La represa está hecha con piedras del lugar, pero se encuentra en desuso y el río la ha ido destruyendo, por lo que su percepción es casi nula. De ella partía el agua por el canal excavado sobre el margen de la ribera, entre tierra y piedras de pizarra.

Chozo RiberaTambién, entre la arquitectura tradicional del pueblo, podemos encontrar los Chozos del Regato de la Orellana, cuatro construcciones de origen pastoril que antaño sirvieron de refugio los pastores para pernoctar junto al rebaño o protegerse de las inclemencias del tiempo.

Destacan también las bañeras del rey moro, piedras labradas que dicen servían para el baño, o la sepultura del cura incrédulo, un cura del pueblo que renunció de su fe dejando dicho que cuando lo enterraran lo hicieran lejos, en algún sitio en el que no se oyeran las campanas de la iglesia.