El municipio de Morales del Rey, ubicado entre la Sierra de Carpurias y el río Eria, se encuentra al noreste de la provincia de Zamora, dentro de la comarca de Benavente y los Valles, a unos 80 kilómetros de la capital zamorana. Comparte término con la localidad de Vecilla de la Polvorosa. Su topónimo proviene del latín morus, que hace referencia a la morera, árbol de antigua tradición concejil, frecuentemente plantado ante muchas de las iglesias rurales. En cuanto al término “del Rey”, simplemente serviría para diferenciarlo de otros pueblos con el mismo nombre.
Esta localidad, enclavada entre las montañas de El Teso y Peñarredonda, cuenta con un total de 580 habitantes, que dedican su tiempo a cultivar los cercanos campos y cuidar de sus ganados. Al pie de la misma, está la vega del río Eria, lo que contribuye a que el principal motor económico del municipio sea la agricultura de regadío, especialmente de maíz, patata, remolacha y tomates. No obstante, también existen explotaciones dedicadas al cultivo de secano, entre las que destacan la alubia, la vid y el cereal. Además, las plantaciones de chopos se han convertido en una fuente muy rentable de ingresos, ya que son más fáciles de mantener y necesitan menos dedicación que una explotación agrícola.
Existe a su vez un importante sector de la población dedicado a la ganadería, principalmente porcina y, en menor medida, ovina, caprina y bovina. Aparte de todo esto, como principal actividad económica, también hay que tener en cuenta el turismo, derivado, tanto del extenso patrimonio natural de la población, con los bellos paisajes de abundante vegetación que el río Eria deja a su paso, como a los hallazgos arqueológicos encontrados en sus inmediaciones; todo ello aunado a la gran variedad de iniciativas turísticas (rutas de senderismo, pesca, cicloturismo, trails…) que se ofrecen cada año y que cada vez atraen a más participantes.
En lo referente a su historia, sabemos que la presencia humana en la zona fue temprana. Una prueba de ello es el Dolmen del Tesoro, fechado en torno al 3000 a. C., en pleno Neolítico. Sus habitantes pronto se agruparon en castros, hasta que los romanos, como en toda la Península, llegaron y dejaron su impronta indeleble. De hecho, existe un paraje con todas las características de haber sido escenario de una antigua villa, así como varios restos que corroboran la presencia romana en la localidad. Pero su tiempo acabó pasando, así como el de los visigodos y el de los musulmanes, de cuya época no se han hallado restos en Morales del Rey.
La historia documentada del municipio nos lleva hasta la época de la Reconquista, en plena Edad Media. Aquí fue donde nacieron la mayoría de los pueblos que conocemos, incluido, claro está, Morales del Rey, que pasó a formar parte del Reino de León. La localidad pasó a manos de Ponce de Cabrera, durante el reinado de Alfonso VII, y más tarde, a Vela Gutiérrez, mayordomo mayor de Fernando II. De hecho, es posible que la denominación de Rey de su nombre se deba a haber sido villa de realengo. Tras haber pertenecido a diferentes dueños, el pueblo fue donado al monasterio de San Pedro de Montes y, después, al convento de San Vicente de Salamanca.
En la Edad Moderna, fue una de las localidades que se integraron entre las Tierras del Conde de Benavente y, dentro de estas, en la receptoría de Benavente. Durante esta época, la localidad ostentó cierta importancia económica, ya que llegó a disponer de una casa-hospital, al cuidado de la Cofradía de la Santa Cruz, para acoger a los peregrinos. Con la creación de las actuales provincias en 1833, Morales del Rey quedó integrado en la provincia de Zamora, dentro de la Región Leonesa.