El municipio de Agallas, enclavado en el suroeste de la provincia de Salamanca, al sur de la tierra de Ciudad Rodrigo, se encuentra en la subcomarca del Campo de Agadones, a 113 kilómetros de la capital charra. Su término cuenta con un segundo núcleo de población, Vegas de Domingo Rey, su pedanía, con la que comparte este paraje extraordinariamente bello, próximo a la Sierra de Gata.
Destacan como elementos representativos del pueblo, de aproximadamente 150 habitantes, su topónimo y su escudo de armas, ligados entre sí. La mayoría de los especialistas creen que su nombre tiene origen en el vocablo latino galla, que haría referencia a las excrecencias redondas que se forman por la picadura de ciertos insectos en el tronco del roble, árbol muy común en los montes del municipio. Estas agallas forman parte del escudo del pueblo, ya que son un símbolo distintivo del mismo.
El pueblo vive de la ganadería y la agricultura, además del aprovechamiento de los montes, las explotaciones de ganado bovino, ovino, caprino y porcino y el cultivo de lino, patatas, cereales y pasto. En los últimos años, el turismo ha ido adquiriendo más importancia, gracias a la puesta en valor de los interesantes recursos turísticos del municipio.
Agallas posee una historia muy antigua. Durante la Edad de Hierro, los vetones poblaron la zona, de ahí que, en la parte alta del pueblo, se encontraran restos de un castro vetón, actualmente perdido.
De la Edad de Bronce es el Ídolo-Estela hallado en Agallas en el año 1983. Se trata de una magnífica estela de forma elíptica, fechada entre el 3500 y el 2500 a C. Su cabeza viene determinada por tres elipses concéntricas que engloban los ojos, la nariz y la boca. Los brazos, están realizados con una doble línea que dibuja el hombro y el codo. Tiene además rostro, collares y una alabarda, grabada con un finísimo trazo de incisión. Seguramente, fuera una divinidad protectora. Actualmente, se encuentra en el Museo Provincial de Salamanca.
No obstante, será en la Edad Media cuando se funde la actual villa de Agallas, gracias a las repoblaciones efectuadas por Fernando II en el siglo XII. El pueblo quedará enmarcado en la Diócesis de Ciudad Rodrigo, tras la creación de la misma por parte del rey. De esta época fue, seguramente, el antiguo castillo de los Centeno y Cáceres, cuyos restos se encuentran en la plaza de la localidad, convertidos ahora en vivienda particular.