Además de la senda GR 84, en Porto podemos disfrutar de una buena caminata a través de otros muchos senderos:
- Senda 8: Porto de Sanabria-Valdesirgas-Valdeinfierno: esta senda se dirige al embalse de Valdesirgas, pasando por el paraje de Las Covaceras, hasta divisar el Valle de Valdeinfierno, donde finaliza.
- Ruta del Acebral: esta ruta se inicia en las afueras del pueblo, tomando el mismo camino que conduce a Peña Trevinca. El camino, cómodo y llano, asciende junto al curso del Bibey, entre verdes prados en los que pastan apacibles las vacas. El paseo se prolonga durante unos cuatro kilómetros por el valle, que se va estrechando a la vez que las montañas se hacen cada vez más verticales. El río Bibey acompaña al caminante hasta el tramo final, que concluye cuando aparecen a la vista, en la ladera derecha, las siluetas verdes de los acebos. A partir de aquí hay dos opciones: regresar por el mismo sendero o continuar para internarse en el corazón del acebral. En este último caso, el camino se complica con una empinada subida ladera arriba, atravesando verdes prados, hasta llegar a la altura de los acebos.
- Laguna de Cancelos: para llegar allí hay que subir serpenteando por la ladera de la montaña, atravesar por la sombra de El Bedual (uno de los bosques de abedules más importantes de la zona), desafiar al agua y al barro, todo ello dejando cada vez más abajo el río Valdesirgas que, en tramos de rápidos, acaba por unirse al embalse de San Agustín. Nos encontraremos al final del trayecto, desde la cumbre del Pico del Beseo, con un panorama único: la inmensidad del monte de Porto, cuya cumbre fue pulida por un glaciar caprichoso, que en su avance horadó los valles que lo rodean en forma de U y dejó tras de sí maravillas como la Laguna de Los Cancelos. Desde allí arriba podemos codearnos con uno de los puntos más altos de la sierra de la Cabrera, Peña Trevinca, en cuyas caras confluyen tres provincias: León, Zamora y Orense.
- Senda del río Bibey: la ruta se inicia en el pueblo y sigue el cauce el río Bibey, hasta adentrarse en la Sierra de Porto, una de las más extensas de la comarca sanabresa.