Esta pequeña iglesia de una sola nave está situada en la zona más alta del pueblo, sobre los restos de un castro vetón. Construida en piedra, presenta una espadaña, de triple campanario coronada por un pequeño tímpano. En el muro sur, tiene un sillar, probablemente de época visigótica, con una inscripción de caracteres góticos. Esta ocupa el lado izquierdo y el lado superior del sillar y se halla muy deteriorada por el tiempo, la erosión y los líquenes, siendo solo visible desde el suelo la del lado izquierdo.

Su interior es sencillo, reformado en los años 70 del siglo XX, y guarda una valiosa custodia renacentista. El altar, de estilo contemporáneo, está presidido por la imagen del Santo Cristo del Buen Suceso, un crucificado que suelen sacar en procesión y que fue comprado en 1930, según documento oficial del Archivo Diocesano de Ciudad Rodrigo.

En el entorno de la iglesia, se puede ver una estela funeraria datada en el año 1612, según consta en su inscripción. Posee características y dimensiones similares a las del Ídolo de Agallas, aunque las inscripciones son muy diferentes. En la cara delantera podemos ver un dibujo, seguido de tres iniciales, la frase Familiar y la fecha dentro de un recuadro. En la parte de atrás, el dibujo de lo que parece ser una Cruz de Santiago. Finalmente, en un lateral hay un repiqueteado y unas líneas. El municipio nunca perteneció a dicha orden, por lo que se cree que la piedra perteneció a algún caballero que murió en el lugar.